Una Sola Raza, artículo en el Diario Austral

UNA SOLA RAZA
Louise Garnett Klaus

El año pasado, las Naciones Unidas designó el 21 de marzo como el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, y muchos países y ciudades del mundo lo celebraron con actividades especiales.

El diccionario define raza como “las variedades diferentes de seres humanos, distinguidos por sus rasgos físicos”. Lo clave en esta definición es la referencia a los seres humanos. Bahá’u’lláh, el Profeta y Fundador de la Fe Bahá’í que vivió en el siglo XIX, escribió que hay sólo una raza. Imaginemos que cada ser humano es una flor con distintos rasgos físicos, cada una irradiando su propia y especial belleza. Miremos la gran diversidad de las flores en la naturaleza o en un jardín, con toda su belleza y exuberancia. Si sólo tuviera un tipo de flor de un color, sería bello pero redundante, y pronto llegaría a ser aburrido y se estancaría por la falta de diversidad.

Bahá’u’lláh enseñó la belleza de la unidad en la diversidad y la importancia de eliminar todos los prejuicios: culturales, sexuales, de edad, sociales, económicos, religiosos, intelectuales, nacionales, etc. Él enfatizó que la base de la superstición y el prejuicio es la ignorancia, y la herramienta que la elimina es la educación apropiada, que debe incluir lo espiritual así como lo natural y lo académico.

El 26 de junio de 2000, los trabajos realizados con el genoma humano permitieron a la comunidad científica anunciar por televisión al mundo que hay sólo una raza en la Tierra, el ser humano (por esta razón, los editores de diccionarios quizás deberían cambiar su definición de la palabra “raza”); sin embargo, los Profetas Divinos de todas las grandes religiones han dicho lo mismo durante siglos, pero de diferentes maneras.

La Regla Áurea enseña la manera en que un ser humano debe tratar a otro ser humano: “los hombres… deberían tratar a los demás como ellos mismos quisieran ser tratados” (Krishna), “No lastimes a los demás con lo que te aflige a ti mismo” (Buda), “No hagas a los demás lo que no es bueno para ti” (Zoroastro), “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Moisés), “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Cristo), “Ninguno de vosotros es un creyente a menos que desee para su hermano lo que desee para si mismo” (Mahoma), “Si anhelas la justicia, elige para los demás lo que elegirías para ti mismo” (Bahá’u’lláh).

Bahá’u’lláh escribió: “Mira a toda raza humana como un alma y un cuerpo”. En otro pasaje, Él ha proclamado: “…la tierra es un solo país, y la humanidad sus ciudadanos”.