Belleza y Armonía en Diversidad, artículo en el Diario Austral

BELLEZA Y ARMONIA EN DIVERSIDAD
Juan Paillacar

La Fe Bahá’í mantiene la unidad de Dios, reconoce la unidad de sus Profetas e inculca el principio de la unicidad e integridad de toda la raza humana. Actualmente vemos por los diversos medios de comunicación como en distintas partes del mundo muchos pueblos son avasallados por el solo hecho de tener un color de piel o hablar un idioma diferente o por pertenecer una religión determinada o simplemente por tener una opinión distinta.

Abdul’Bahá en unas sus conferencias en París nos habla referente a la belleza y armonía en diversidad:

“Considerad el mundo de las cosas creadas, cuánta variedad y diversidad de especies, aun cuando todas tienen un mismo origen. Todas las diferencias que se observan son de forma exterior y de color. Esta diversidad es evidente a través de toda la naturaleza.
Contemplad un hermoso jardín lleno de flores, arbustos y árboles. Cada flor tiene un encanto diferente, una belleza y perfume propio y un hermoso color. Los árboles, también, cuan variados son de tamaño, follaje y frutos. Sin embargo, todas estas flores. Arbustos y árboles nacen de la misma tierra, el mismo sol brilla sobre ellos y las mismas nubes brindan su lluvia.

Lo mismo sucede con la humanidad. Esta compuesta de muchas razas y sus pueblos son de diferente color (blanco, negro, amarillo, moreno, etc.) pero todos ellos provienen del mismo Dios, y todos son siervos de Él. Lamentablemente, esta diversidad entre los seres humanos no tiene el mismo efecto de la creación vegetal. En los humanos existe animosidad, que es la causa de la guerra y el odio entre las diferentes naciones del mundo. Observemos más bien la belleza en la diversidad, la belleza de la armonía, y aprendamos la lección que nos ofrece la creación vegetal ¡Así debería ser entre los hijos de los seres humanos! La diversidad en la familia humana debería ser causa de amor y armonía, como es en la música donde diferentes notas se funden logrando un acorde perfecto. Si os encontrarais con personas de diferente color y raza que vosotros, no desconfíes de ellas y no os encerréis en vuestro caparazón de convencionalismo sino, por el contrario, estad alegres y mostrarles bondad. Pensad que son como rosas de diferentes colores, creciendo en el hermoso jardín de la humanidad.

De igual modo, cuando os encontréis con personas cuyas opiniones difieren de las vuestras, no le volváis la cara. Todas están buscando la verdad, y existen muchos caminos que conducen a ella.

No permitas que la diferencia de opinión, o la diversidad de pensamiento os distancien de vuestros semejantes, o que sea causa de discordia, de odio y rivalidad en vuestro corazón.
Por el contrario, indagad diligentemente la verdad y haced de todos los seres humanos vuestros amigos.”