Las pruebas, una gran necesidad
Sandra Salvo
¿Habrá alguien en el mundo que pueda decirnos que nunca ha sufrido alguna dificultad? No lógicamente que no. Cada ser humano durante su vida se ha debido enfrentar a pruebas y dificultades, a cientos de adversidades ya sean éstas por causa de alguna enfermedad, la pérdida de algún ser querido, la soledad, frustración, en fin… ¿Acaso la humanidad no ha estado padeciendo las mismas dolencias por la falta de unidad, lo que ha costado la vida de millones de seres humanos?
Las pruebas son inevitables, son una fuente de dramas, de éxitos y fracasos en nuestras vidas personales y colectivas. Al pasar por ellas nos encontramos con dos alternativas: Podemos fallar al enfrentar estas pruebas o bien, podemos vencerlas saliendo fortalecidos espiritualmente.
Sin duda, una de las más grandes adversidades de este siglo es la dificultad que tenemos como individuos de poder desarrollarnos espiritualmente, sumergidos como vivimos en un ambiente materialista, el mayor desafió para todo ser humano viviendo en un ambiente que está cada vez más preocupado en poder obtener grandes logros materiales y no en logros espirituales, que son las verdaderas gemas y tesoros ocultos insertos dentro de nosotros mismos, tesoros que nos ayudarán a encontrarnos cara a cara con la verdadera felicidad y la realización como seres puramente espirituales. ¿Pero cómo enfrentamos las pruebas que nos pone por delante la vida si no tenemos la creencia en un Ser Superior?, un Ser a quien volveremos, a quien implorar con humildad, a quien orar con fervor y con Su ayuda salir adelante fortalecidos teniendo la sabiduría y la conciencia del momento justo en que luego del sufrimiento Dios nos premia con el logro de la superación. Obviamente es más fácil encontrar la respuesta para quienes tienen alguna creencia, alguna Fé y no es claro para quienes carecen de ella.
Quizás si nos sirve de esperanza, cabe mencionar que Dios nunca nos enviará una prueba más allá de la que seamos capaces de poder soportar. Me atrevo a pedir disculpas al mencionar a Dios teniendo en cuenta que algunos lectores no comparten la creencia de un Ser Superior.
Para poner término a esta reflexión deseo compartir con ustedes una Divina súplica a nuestro Creador, para que en ésos momentos inesperados con la ayuda del Todo Misericordioso tengamos una visión más alentadora.
´´ ¿Quién libra de las dificultades salvo Dios?
Di: ¡Alabado sea Dios! ¡El es Dios!
Todos somos sus siervos y todos nos atenemos a su mandato.´´ -El Báb.